¿Y si dejaras de inflamarte sin darte cuenta?

La inflamación no siempre se manifiesta como algo evidente. No siempre duele, no siempre se ve. Pero muchas veces está ahí… escondida detrás del cansancio que se arrastra todo el día, detrás del mal humor sin explicación o de la ansiedad que no se va. También puede camuflarse como una digestión lenta, como una mente nublada o como un cuerpo pesado. Y sí, todo esto puede estar ligado a lo que comes.
Diego, uno de nuestros pacientes, comía “saludable”. Avena, almendras, barras de granola integrales, smoothies con leche vegetal. Su alimentación seguía muchos de los consejos populares sobre bienestar. Sin embargo, cada vez se sentía más inflamado, le costaba concentrarse y tenía una sensación constante de agotamiento. Se hizo Veritest para entender mejor lo que pasaba en su cuerpo. Los resultados fueron claros: era sensible a las almendras y al trigo sarraceno, alimentos que estaban presentes en su dieta casi a diario.
Con esta información, Diego comenzó un camino nuevo. Su nutrióloga le ayudó a rediseñar sus comidas para evitar esos ingredientes, y poco a poco los síntomas comenzaron a desaparecer. No fue un cambio radical, fue un cambio consciente. Empezó a notar menos inflamación en el abdomen, mejoró su digestión y, sobre todo, recuperó energía. Ya no se sentía drenado al final del día. Su cuerpo le agradeció haber escuchado esas señales que antes ignoraba.
Muchas veces pensamos que “comer bien” es seguir una lista genérica de alimentos recomendados, pero lo que es bueno para una persona no necesariamente lo es para otra. Cada cuerpo es distinto, y eso incluye también la forma en que respondemos a ciertos alimentos. Alimentarte bien no significa eliminar todo, sino aprender a elegir lo que a ti te hace bien. A veces, un solo ingrediente puede estar generando inflamación crónica sin que lo sepas.
Veritest es una herramienta que te ayuda a comenzar ese cambio con información personalizada. Porque comer saludable se trata de sentirte bien, de tener energía, de vivir con ligereza. Y todo eso empieza por entender qué necesita tu cuerpo y qué deberías dejar de darle. Si has probado “de todo” y aún no te sientes bien, tal vez es hora de dejar de adivinar. Empieza con Veritest, y escúchate desde adentro.