¿Inflamación o fatiga crónica?

Despiertas cansado, aunque dormiste bien.
A media mañana ya te cuesta concentrarte. Tienes sueño después de comer y al llegar la tarde solo quieres recostarte. ¿Te ha pasado? Tal vez lo has atribuido al estrés, a la rutina o simplemente a “la edad”.
Pero… ¿y si fuera inflamación?
La inflamación silenciosa es una respuesta del cuerpo cuando detecta una amenaza, como una infección, una lesión o incluso un alimento que percibe como extraño. Cuando esto ocurre de manera constante —por ejemplo, si comes a diario algo a lo que eres sensible—, tu sistema inmunológico entra en un estado de alerta permanente. Y ese esfuerzo continuo desgasta tu energía celular.
Cansancio
Una de las formas más comunes en las que se manifiesta esta inflamación es el agotamiento.
No es el mismo cansancio que tienes después de una desvelada o una jornada pesada. Es una fatiga constante, que no se alivia con descanso y que afecta tu rendimiento, tu ánimo y tu calidad de vida. Este tipo de fatiga suele ser difícil de explicar… hasta que conectas los puntos.
Hoy sabemos que la sensibilidad alimentaria puede causar inflamación a nivel celular y afectar el metabolismo, el sistema nervioso y la función inmunológica. Lo que comes tiene el poder de encender o apagar estos procesos. Y descubrir qué alimentos te están inflamando puede ser la pieza faltante en tu rompecabezas de salud.
En Veritest te ayudamos a identificar los alimentos que tu cuerpo ya no tolera bien. No se trata de eliminar por eliminar, sino de hacer ajustes con información precisa.
Si te sientes cansado sin razón aparente, tal vez la inflamación está drenando tu energía. Y saberlo puede ser el primer paso para recuperarla.