¿PICKY EATERS EN CASA?

 Muchos padres se preocupan por lo que sus hijos comen o no. Sin embargo, la mayoría de los niños obtienen la suficiente variedad y nutrición en su alimentación en el transcurso de toda la semana. Los hábitos alimenticios en un niño se adquieren en los primeros 7 años de vida. Por eso es importante que durante este tiempo manejemos la situación lo mejor posible para obtener los mayores beneficios.

La nutrición de los niños no tiene que ser frustrante. Es importante considerar algunas estrategias para evitar las luchas de poder y ayudar al picky eater de la familia a seguir una dieta balanceada.

Si el niño no come otra cosa que no sean nuggets o pasta y prefiere jugar en lugar de comer algo, podemos catalogarlo como un picky eater. Quiero darles algunos consejos para lograr una buena nutrición en los niños.

1. Respetar el apetito del niño, o la falta de él. Si no tiene hambre no debemos obligarlo a comer ciertos alimentos o a terminarse toda la comida del plato. Esto podría provocar o intensificar una lucha de poder por la comida. Además los niños podrían asociar la hora la comida con ansiedad y frustración afectando también sus señales de saciedad y hambre. Hay que servir pequeñas porciones para darle la oportunidad de pedir más de manera independiente.
2. Respetar la rutina. Debemos servir la comida y colaciones aproximadamente a la misma hora todos los días. Si el niño no quiere comer algún alimento, puede comer algo en la colación que lo nutra. Debemos contemplar que los jugos, leche y refrescos son bebidas altas en calorías que podrían afectar en la saciedad del niño a la hora de comer, es por eso la importancia de darle durante el día agua natural para que no disminuya su apetito durante las comidas.
3. Paciencia con los alimentos nuevos. Es súper normal que los niños toquen o huelan los alimentos, incluso que lo prueben y lo escupan inmediatamente. No debemos desesperarnos ya que a veces los niños necesitan ver un alimento varias veces antes de probarlo. Podemos hablar del color, la forma, el aroma, o la textura del alimento, pero no sobre si es sabroso. Un tip muy bueno es servir los alimentos nuevos acompañados de la comida favorita de los niños.
4. No cocinar doble. Si el niño rechazó una comida, no debemos prepararle algo aparte ya que puede volver “mañoso”, debemos convencerlo de que se quede en la mesa durante la hora de comida, incluso si no come.
5. De la vista nace el amor. Intentar que los alimentos sean divertidos y se vean apetitosos. Utilizar mezcla de colores, servir verduras con un aderezo apetecible, cortar la frutas en diferentes formas y les aseguro que la hora de comida será más divertida.
6. La ayuda de los niños es indispensable. Si los niños se involucran con la comida desde ir al súper y ayudar a escoger frutas, verduras y alimentos saludable sera mas fácil que se les antoje y que lo incluyan en su alimentación. Al igual estando en casa, involucrar a los niños en lavar verduras, revolver alguna mezcla o simplemente ayudar a poner la mesa.
7. Los niños imitan todo lo que ven. Por eso es súper importante que seamos el ejemplo a seguir para ellos. Si ellos ven a los padres comer frutas y verduras, ellos también van a querer hacerlo por el vínculo que existe y por “querer ser como ellos”.
8. Creatividad. Se pueden adaptar algunas preparaciones para incluir algunos alimentos saludables como verduras a la pasta o guisados/sopas.
9. Disminuir distracciones. Durante la comida es muy fácil que los niños prefieran realizar cualquier otra actividad que les llame la atención por eso es recomendable apagar la televisión o cualquier dispositivo electrónico. Esto va a permitir que los niños se concentren en la comida.
10. No ofrecer postres o dulces como recompensa. Cuando se niega un postre se envía la señal de que el postre es la mejor parte, por lo que podría aumentar el deseo de los niños por comer dulces. Podemos establecer 1-2 dias de la semana para incluir estos alimentos y los demás días hacer que ese postre sea una fruta con miel de abeja o con yogurt o alguna otra opción saludable.

Es importante estar presente a que los hábitos alimenticios de los niños no cambian de un día para otro, pero pequeños cambios todos los días puede hacer que los niños lleven una alimentación saludable toda su vida.

L.N. Ana Karen López