EL IMPACTO DE LA SENSIBILIDAD A LOS ALIMENTOS Y LA INFLAMACIÓN EN LAS ENFERMEDADES CRÓNICO DEGENERATIVAS

Las inmunoglobulinas G (IgG) son los anticuerpos más abundantes en circulación en el cuerpo humano. Comprenden el 75% de los anticuerpos totales en sangre. La IgG media las reacciones tardías de hipersensibilidad con síntomas que aparecen en unas horas o hasta varios días. Las sensibilidades mediadas por IgG pueden ser difíciles de correlacionar con lo que las desencadena si no se realiza una prueba para su diagnóstico. 

 

Si los complejos formados por IgG no se despejan del cuerpo, se pueden depositar en los tejidos del cuerpo y causar inflamación. Además, las subclases de IgG (IgG1 e IgG3) tienen la capacidad de desencadenar una cascada inflamatoria. Las condiciones que se han asociado con sensibilidad alimentaria mediada por IgG incluyen síndrome de intestino irritable, eczema, migraña, autismo, ansiedad, depresión y obesidad, entre otras.

 

Cuando el sistema inmunologico reconoce a un antigeno (alimento) como extraño, se genera una respuesta inmunologica que lo va ayudar a erradicarlo. Esto se hace a traves de citocinas, interleucinas, radicales libres y otras moleculas, en un entorno de inflamacion. Es por esto por lo que la inflamacion es un componente importante de la respuesta inmunologica. La inflamacion es un proceso controlado en el cual se afectan los tejidos y organos de forma localizada. Pero en ciertas circunstancias patologicas, la inflamacion se generaliza a todo el cuerpo convirtiendose en un estado cronico de inflamacion, considerandose peligroso; ya que la inflamacion es la madre de las enfermedades cronico degenerativas.

 

La inflamacion ha sido conocida como sintoma de enfermedad infecciosa, pero los estudias muestran cada vez mas que puede estar relacionada tambien con enfermedades no infecciosas, tal vez con todas ellas. Las reacciones de las celulas del sistemainmunologico innato, adaptativo y los mediadores inflamatorias, se encuentran debajo de la enfermedad de muchos organos.

 

La inflamacion cronica no es tan evidente como la aguda. Sus sintomas son engañosos y difusos. Se le considera inflamacion de bajo grado, que si se mantiene en el tiempo acorta la esperanza de vida, acelera el envejecimiento y promueve enfermedades degenerativas como diabetes, depresion, deterioro cognitivo, osteoporosis, perdida de masa muscular, fibromialgia, enfermedades cardiovasculares, enfermedad renal y cancer.

 

Hay un rango muy amplio de condiciones adversas que producen inflamación en el organismo, por ejemplo, una disminución de las secreciones gástricas puede aumentar el riesgo de inflamación de la mucosa gástrica, así como aumentar el sobre crecimiento de las bacterias intestinales. Un estado inflamatorio en descontrol y crónico es fuente de muchas patologías degenerativas, como infartos al miocardio, resistencia a la insulina, diabetes mellitus II, artritis y cáncer, además de otros malestares clínicos. El gran daño celular que este estado produce podría en un momento crítico y exagerado llevar al individuo a la muerte. Es por esto que la inflamación en descontrol se le conoce como “el asesino silencioso” más temido del cuerpo y prevenirla o controlarla es el objetivo común de los profesionales de la salud.

 

La dieta, como factor ambiental, pueden influir en dicha inflamación. La forma en que los nutrimentos se convierten en parte integral del cuerpo y contribuyen a su adecuado funcionamiento depende de los procesos fisiológicos y bioquímicos que mandan sus acciones.

 

Ahora se sabe que estos procesos metabólicos se alteran en la presencia de inflamación, ya sea aguda o crónica. Por lo tanto, comprender los biomarcadores y otros indicadores de inflamación es un componente crítico de la evaluación nutricional. Una alimentación balanceada, adecuada, variada, innocua y completa ayuda a prevenir la inflamación ya que favorece el consumo de los nutrimentos esenciales (por ejemplo, Omega 3, vitamina C, vitamina E, etc.), ya que estos son antiinflamatorios y antioxidantes.

 

Pero esto no sucede si la fuente de inflamación es el alimento mismo que pensamos que nos nutre; sino que es este el causante de los malestares.

 

Ahora, se sabe que un antígeno alimentario produce una reacción e involucra la pérdida de “salud” del intestino, que a su vez incluye un desbalance en la homeostasis de la barrera intestinal, que resulta en mayor permeabilidad y cruce de moléculas alimentarias mal digeridas al torrente sanguíneo.

 

 L.N. Ana Karen López

Hunter P. The inflammation theory of disease: The growing realization that chronic inflammation is crucial in many diseases opens new avenues for treatment. EMBO Rep. 2012 Nov.

 

Libby P. Inflammatory mechanisms: the molecular basis of inflammation and disease. Nutr Rev 2007 Dec.

 

Lumeng C.N., Saltiel A.R. Inflammatory links between obesity and metabolic disease. J. Clin. Investig. 2011.

 

 

 

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